De acuerdo con el Movimiento Animalista Nacional (MAN), en Ecuador antes de la llegada del COVID-19 existían 200.000 animales en estado de calle y abandono, sin embargo, con la crisis sanitaria esta cifra aumentó drásticamente y la tenencia responsable de mascotas se vio comprometida. Varias son las razones que han generado esta situación, el desconocimiento, temor, falta de recursos, la misma enfermedad, etc. No obstante, ante cualquier circunstancia es importante recordar el compromiso que adquirimos desde que recibimos una mascota en nuestros hogares. En caso de estar atravesando una situación compleja lo recomendable es pedir ayuda a un familiar o amigo de confianza, y averiguar sobre los protocolos activados en la ciudad de residencia para el cuidado de animales durante la emergencia sanitaria.
En caso de requerir ayuda temporal para el cuidado de tu mascota, busca auxilio en tu círculo de confianza. Tu familia y amigos seguramente estarán familiarizados con tu consentido y estarán prestos a acogerlo. Acuerda con ellos como será el cuidado, el tiempo que estimas vas a requerir de su ayuda, como se van a organizar con el alimento, etc. Llegar a un acuerdo te dará a ti el espacio que necesitas para recuperarte y la tranquilidad de que tu mimmado estará en las mejores manos.
Mi mascota
Las entidades competentes de cada ciudad, ya sea Municipios o Consejos de Protección, han activado planes de contingencia para que las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad debido a la pandemia sepan cómo actuar en caso de requerir ayuda para el cuidado de sus mascotas. Para obtener más información ingresa a las páginas oficiales o llama a los números de contacto que están publicados en los sitios web. En Quito puedes comunicarte con Urbanimal, aquí te dejo su link de Facebook @urbanimaldequito.
Mi perro
Recuerda que la tenencia responsable de animales implica saber cómo actuar en caso de una emergencia, priorizar el cuidado y bienestar de tu mascota en todo momento, y por sobre todo mantener siempre la responsabilidad que adquirimos al aceptar que un animalito ingrese a nuestros hogares. Ellos son parte de la familia desde el día que llegaron a tu casa. ¡No los abandones!