Kira, una pastor alemán, se convirtió en una parte invaluable de la familia de Diego Coronel Urbina, director Comercial de Aditmaq. Sin necesidad de tocar el timbre, la inteligente Kira anunció su llegada con sus orejas erguidas y su cola agitándose sin cesar. La obediente Kira se sentó y posó para las fotos, mostrando su destreza con la pelota y compartiendo sus rutas favoritas, que incluían caminar sobre flores y plantas sin importarle dejar huellas a su paso. Conocedora de algunos trucos, estaba bien adiestrada, aunque tenía una regla clara: no devolver la pelota a menos que le des otra a cambio. Su amor y cuidado hacia la familia volvieron incondicionales, ganándose un lugar especial en sus corazones. La historia de cómo Kira llegó a sus vidas tiene un trasfondo agridulce. Antes de ella, la familia tenía un labrador chocolate llamada Hershey, quien estuvo a su lado durante seis años, hasta que lamentablemente fue envenenada. Superar la pérdida de Hershey y considerar la idea de tener otra mascota llevó tiempo para Diego.
No se trata de reemplazar a un ser querido que se ha ido de un día para otro. Sin embargo, sus hijos mayores habían tenido la dicha de crecer con un perro en casa, pero su hija menor no había tenido esa oportunidad. A los siete años, la hija menor de Diego solía llorar y asustarse cada vez que un perro se acercaba, gritando y corriendo lejos. Diego sabía que no podía permitir que su hija creciera con miedo a los animales, por lo que decidió adquirir a Kira. Fue una negociación delicada con su esposa, Valeria, ya que ambos habían sufrido mucho con la partida de Hershey. Sin embargo, finalmente aceptaron y Kira se convirtió en el cuarto hijo de este matrimonio. Desde entonces, han transcurrido seis años y Kira se ha convertido en una compañera inseparable de la hija menor. Para Diego, era imperativo que su hija superara su miedo a los animales, y Kira se convirtió en la terapia perfecta para lograrlo.
Desde su infancia, Diego Coronel Urbina ha estado rodeado de perros, y ese amor incondicional por los caninos ha dejado una huella en uno de los negocios que lidera. Mimma es una marca de snacks para mascotas que nació en 2008 como una alternativa saludable y nutritiva, y actualmente cuenta con 80 empleados. La idea surgió cuando Diego buscaba opciones de alimentación para Hershey, su querida compañera canina. Aunque es común recurrir a pan, salchichas o chocolate, él sabía que no eran opciones saludables. Durante uno de sus viajes al extranjero, descubrió unas galletas y pensó en crear algo similar. Comenzó a experimentar en su propia cocina la creación de galletas funcionales. Con el tiempo se dio cuenta de que la tarea no era tan sencilla como imaginaba. Por ello, decidió contratar a un especialista argentino en nutrición animal para desarrollar las primeras fórmulas de sus productos que pronto saldrían como “Crookies”. Poco a poco, las galletas de Mimma fueron ganando espacio en los supermercados y experimentando un crecimiento constante. Hoy en día, esta línea representa el 12 % de las ganancias anuales de Aditmaq. Motivado por el éxito de las galletas, Coronel propuso la creación de un snack de carne. Con el respaldo de su experiencia como proveedores de la industria de alimentos y su conocimiento en el área de cárnicos, su departamento de I+D se embarcó en el desafío de lanzar un producto inexistente en Ecuador y en el extranjero: las «carnitas”. Este proceso llevó más de un año y medio, ya que buscaban alcanzar los niveles adecuados de sal, aditivos y un contenido de carne pura deshidratada del 80 %, sin vísceras.
Aunque en un principio tuvieron dificultades para ganar aceptación, hoy en día las «carnitas» se han consolidado en el mercado y Mimma se ha convertido en una marca de exportación. La empresa ha expandido su presencia a Perú y recientemente llegaron a Colombia. Diego destaca que han experimentado un crecimiento anual superior al 10%. La tendencia de la humanización de las mascotas ha jugado un papel importante en este éxito, ya que los animales de compañía ocupan un lugar cada vez más importante en la vida de las personas lo que ha generado un mercado comercial en el sector de alimentos y snacks. Aunque Ecuador se encuentra adelantado en este tema, con numerosos emprendimientos, Diego reconoce que están llegando a sus límites y tienen como objetivo fortalecer su presencia en toda América Latina en los próximos años. En la casa de Kirilla, el cariñoso apodo que Coronel le da a su mascota, nunca faltan las golosinas y los snacks, que son tan saludables que incluso pueden ser consumidos por personas. Los perros han sido una fuente de inspiración para este empresario, que disfruta del aire libre y la naturaleza. En su finca, le gusta montar a caballo y Kira, su fiel compañera, dirige el camino. Kira es una perra noble y siempre está pendiente de todos, cuidándolos en todo momento. Sin duda, espera con ansias una deliciosa carnita como recompensa por su lealtad y dedicación. Ella es una prueba viviente de cómo la presencia de una mascota puede traer alegría, curación y un amor incondicional a un hogar que valora y ama.